Santiago, 26 de Agosto de 2003

 

 

Señor:

Presidente de la Corte Suprema.

Señores Ministros de Justicia.

Señores Jueces.

Presente:

 

 

                               Somos hijos de personas ejecutadas, torturadas y desaparecidas durante la Dictadura Militar. Sabemos quienes son los responsables de estos crímenes. Sabemos como los persiguieron, como los trataron en las cárceles y en los campos de concentración; sabemos como durante años calumniaron su honra y les fue negada la justicia.

 

                               Desde ese terrible momento se intentaron ejercer las acciones legales pertinentes, como Recursos de Amparo y Querellas. Sin embargo, los Tribunales de Justicia no escucharon el grito desesperado de quienes buscaban su resguardo ante tanta injusticia. Esta facultad  a la que cualquier ciudadano tiene acceso cuando se lesionan bienes jurídicos tan preciados como la vida, la integridad física, sicológica y moral de las personas, le fue negada a ellos por el Poder Judicial chileno.

 

                        De esta manera los familiares  vimos y aprendimos a entender como con esta actitud,  los Tribunales se hacían cómplices de estos horribles crímenes, dejando a miles de chilenos, hoy ejecutados y muchos de ellos desaparecidos, a merced de sus captores. Sabemos el deber insoslayable de todo Juez, de ejercer sus funciones, pero también sabemos, el temor que muchos sentían en esos años ante el terrorismo de Estado que se hacía sentir por todo Chile. Por más de 20 años se negó a las víctimas y a sus familiares el acceso a la Justicia.

 

                               En este último tiempo, ha habido un avance en estas causas, y queremos plantearles públicamente hoy, que valoramos  el esclarecimiento de algunos procesos y la valentía de aquellos Jueces que han llegado a dictar sentencia a la luz de los antecedentes que con mucho esfuerzo han sido recopilados durante estos años.

 

                        Sin embargo, la mayoría de los casos que aún se encuentran en Tribunales continúan pendientes. Más aún, muchos ni siquiera se han investigado, ya que, ni la infraestructura ni los recursos humanos están a la altura de la inmensidad de las violaciones a los derechos humanos cometidas.

 

                               Nosotros, familiares directos de las víctimas pensamos que la justicia es condición irrenunciable para el reencuentro nacional; porque la sola posibilidad de que los responsables de estos horrorosos hechos gocen de impunidad, constituye una amenaza permanente para la sociedad, y para la seguridad personal de los chilenos que  garantiza la Constitución.

 

                   Por lo demás, nuestro país ha ratificado numerosos Tratados Internacionales que establecen que estos crímenes contra la Humanidad son imprescriptibles e inamnistiables,  considerándose en nuestra legislación la supremacía de dichos Tratados Internacionales por sobre la legislación interna.

 

 

 

                        Prescribir y amnistiar estos crímenes, y es más, crear una legislación especial para amparar a los autores cómplices y encubridores como hoy se pretende,  vulnera la Legislación Internacional y Nacional vigente, la que es fruto de amargas experiencias ocurridas a lo largo de la historia de la humanidad; historia de la cual nuestra sociedad no puede permanecer ajena.

 

                               Valoramos y no queremos perder lo que se ha avanzado en algunos procesos, en los cuales la investigación exhaustiva para determinar la verdad, y la sanción efectiva a los responsables ha significado un aire de esperanza en nuestras familias, y en el conjunto de personas y organizaciones de la sociedad que nos han acompañado en este peregrinar por la búsqueda de la justicia.

 

                               Es por eso que en este acto solicitamos a los Jueces y Ministros de Tribunales, quienes son responsables de administrar la Justicia en Chile, que no escuchen tan sólo a quienes buscan por razones políticas administrar el dolor y la legalidad desde la óptica de sus intereses particulares.

 

                        Solicitamos que también se escuche la voz de los familiares y del conjunto de organizaciones sociales que nos acompañan, quienes hoy frente a este nuevo intento de otorgar impunidad y negar nuevamente la justicia han renovado su compromiso por la justicia y en contra de la impunidad en Chile, compromiso que adjuntamos.

 

                        Esperamos que nuestros planteamientos tengan una buena acogida por parte de ustedes. Pensamos que no sólo la sociedad de hoy, sino que también las futuras generaciones agradecerán el vivir sin un legado de Impunidad, y con una Justicia que de garantías de convivir en una sociedad justa, libre y democrática.

 

 

Por la justicia y la dignidad se despiden atentamente.

 

Fahra Nehgme             (Huelguista)      

Pablo Villagra         (Huelguista)

Alberto Rodríguez            (Huelguista)             

Daniela Taberna                                            Yuri Gahona                        

Fernando Krauss                                          Dago Pérez

Michelle Retamal                                                 Eduardo Ziede   

Tamara Troncoso                                         Juan José Parada               

Natalia Chanfreau                                        Paula Codocedo

Barbara Vergara                                            Italo Retamal

Carolina Valdés                                            Simón Sobarzo

Iván Carrasco                                            David Benado

Alexandra Benado